Argumento de Punto de Control
El libro no se limitó a vivir el proceso editorial-promocional habitual entre las novedades de los autores relevantes y reconocidos en el circuito de cualquier ámbito cultural e, inextricablemente, comercial. El libro ―como texto y como producto― obtuvo, más allá de la rueda de presentaciones, entrevistas y críticas más o menos literarias, el reconocimiento con el que se signan los elementos más críticos dentro del statu quo deuna sociedad: la potestadde ser un artefacto generador de incomodidades, de poner a prueba y examen los discursos prevalecientes devenidos en automatismos preconscientes dentro de un medio intelectual que adolece de algunas de sus más elementales premisas, en definitiva, de haberse convertido en acicate del discurso crítico en un medio dañinamente empobrecido por la hegemonía de la ideología nacionalista, que tan poco bien hace al humanismo a lo largo de toda la región que se entiende, o su contrario, en serbocroata.1