Estamos inmersos en una sociedad de la información, continuamente cambiante por la incorporación de las nuevas tecnologías, que traen consigo, nuevas formas de hacer comunicación. La publicidad y el consumo, no están siendo ajenos a los cambios y, poco a poco, se van adaptando, aunque no sabemos si con la eficacia deseada.
La publicidad y el consumo se llenan de etiquetas que merecen una nueva revisión: causas, valores, responsabilidad social, consumos con sentido y un largo etcétera de términos que se utilizan profesional y académicamente de una forma tan reiterada que en muchas ocasiones acaban por vaciarse de contenido.
Es urgente resolver el conflicto existente entre: Información, Comunicación, Consumo, Instituciones y Medios, y poder dialogar en torno a un debate público, que nos permita definir los conceptos y encontrar los caminos para la construcción de una ciudadanía en el sentido pleno del término y desde todas sus perspectivas.