También podemos imaginar los chakras como ventanas, o portales, entre el cuerpo físico y el cuerpo energético. Cuando funcionan bien, las ventanas desempeñan un trabajo esencial al permitir el paso de la luz y el aire al interior de un edificio. Si cerramos las ventanas de manera permanente y bloqueamos la luz con cortinas pesadas y pilas de trastos, las estancias empezarán a resultar pesadas, insalubres y sofocantes. Si, en cambio, las dejamos siempre abiertas, las habitaciones parecerán desprotegidas y resultarán incómodas, sobre todo si hace mucho viento o frío. Los chakras sanos, como las ventanas saludables, necesitan una buena limpieza ocasional para permitir la entrada y la salida de la energía. Si sus chakras no están sanos y se han atascado en un estado totalmente abierto o cerrado, es muy posible que necesiten un ajuste a fondo. Este libro le enseñará a detectar los chakras faltos de salud y a sanarlos.