Con las temidas Navidades cerca, lo último que el empresario viudo Dawson Burke necesitaba era una compradora personal que quisiera algo personal. ¿Qué parte de "quiero estar solo" no entendía Eve Hawley? Parecía empeñada en hacerle entrar en el espíritu navideño? Eve descubrió que Dawson había dejado de soñar con un futuro feliz y no sabía lo afortunado que era de tener una familia. Pero, después de ayudarlo a encontrar la esperanza que había perdido, no pudo evitar desear que Dawson le hiciera el mejor regalo de Navidad: una proposición de matrimonio.