licencia en la RESAD) muestran aquí sus textos dramáticos desde una
apasionada vocación que en rigor ellos no eligieron; tuvieron el
privilegio de ser elegidos por ella. Pues, señores, es el caso que la
comodidad indolente, la gris seguridad, el pernicioso "tener", no es
patrimonio de esa vocación creadora. Se escribe por razones de mayor
calado existencial que competen al terreno del "ser". Y querer "ser"
(nacerse a uno mismo en cada creación después de haber nacido la
primera) supone sin duda un generoso gesto de heroicidad.
José Luis Alonso de Santos
Eduardo Pérez Rasilla
Miguel Medina Vicario
Profesores de Escritura Dramática