Argumento de Profetismo e Institución en la Iglesia
El cambio social de nuestra época ha afectado al reconocimiento general de que han gozado durante siglos las instituciones. Ahora se sospecha de ellas y se las considera un obstáculo para el dinamismo social y para la libre creatividad de las personas.
La Iglesia no ha quedado al margen de este amplio fenómeno cultural. Pero ¿será ello tan sólo un reflejo de lo que ocurre en el ámbito social o hay en su caso razones propias que justifican o dan pie a la sospecha?
Si añadimos que la Iglesia es, además de institución, comunidad profética y que el profetismo es libertad, llamada imprevisible del Espíritu a mantener vivo y actuante el dinamismo del Reino inaugurado por Jesús, nos encontramos entonces ante dos dimensiones dialécticas -profetismo e institución- que han de ser pensadas y vividas en mutua y constante referencia.
La trascendencia del tema es patente, no sólo porque nos permite obtener un concepto teológicamente adecuado de la Iglesia como pueblo de Dios, sino también por las consecuencias que tiene, en un sentido o en otro, para el que hacer cristiano al interior mismo de la Iglesia y en su misión en el mundo.
Tanto personalmente como en grupos y comunidades, tenemos el derecho y el deber de situar ordenadamente la cuestión, reflexinar sobre ella, debatirla, intercambiar nuestras palabras y nuestro sentir desde la fe, para penetrar mejor en la identidad de la comunidad de Jesús y realizarla/desarrollarla con mayor justeza en nuestro aquí y ahora.0