Este libro puede funcionar como una introducción a la filosofía, en la medida en que ofrece una iniciación a su problemática. Gracias a este desarrollo, también incursiona en las cuestiones más complejas del pensar. Y como Esther Díaz trabaja desde una reflexión cuestionadora, se está ante un espacio propicio para ser recorrido tanto por quien recién se inicia como por quien maneja los conceptos filosóficos. Además, si bien su índice tiene cierta lógica temática, esta se presta a ser desechada y convertir al libro en un recinto con varias entradas.