Un manual como este no debería faltar en ningún hogar porque en él se dan consejos elementales sobre primeros auxilios que podrán evitar, en ocasiones de peligro, males mayores. No es su propósito sustituir a los servicios de urgencia ni a los profesionales de la medicina, sino que quien lo consulte sea capaz de manejar de la forma más eficiente posible las situaciones de urgencia que se presentan en la vida cotidiana, desde cortar una hemorragia hasta atender provisionalmente a quien haya sufrido un infarto.