Argumento de Preservar la Monarquía
Preservar la monarquía o cómo asegurar la conservación del edificio de la Monarquía Hispánica, monarquía polisinodial, y cuya vastedad territorial es al mismo tiempo una de sus debilidades, es la finalidad a que se orienta el tacitismo político español a caballo entre los siglos XVI y XVII, y entre dos monarcas, el Rey Prudente y ese Felipe III sobre quien cifra sus esperanzas el representante genuino de esta corriente doctrinal, Baltasar Álamos de Barrientos, jurista, procurador en los asuntos de Antonio Pérez, de cuya figura es inescindible, y encumbrado después a las más altas instancias de la administración. El dilema entre el príncipe cristiano y el príncipe político encontró eco en el tacitismo, utilizando el realismo descarnado del historiador romano Tácito para desgranar los distintos problemas que aquejaban a una monarquía, cuya declinación atormentará a una generación posterior. El tacitismo comprendió que estaba ante una nueva ciencia, la política, entendida como "la prudencia y maña de Estado", analizando los medios que habían de seguirse para la razón de Estado, siendo la Historia la que proporciona el conocimiento empírico, la experiencia necesaria, para acometer la tarea de mantener incólume la monarquía, el verdadero problema de la España de los Austrias.0