No son muchos los estudios que, en nuestro país, se dedican a la historia militar española. Y mucho menos los que tratan la evolución de la mentalidad de los militares. Tomando como eje central la biografía de uno de los generales más prestigiosos del tardofránquismo y la transición, el autor pretende estudiar al grupo castrense en este contexto histórico.
La hipótesis de la investigación, tiene que ver con la división de la clase política durante el franquismo, a mediados de la década de los 60, entre aperturistas e inmovilistas. ¿Ocurrió algo semejante en el seno de las Fuerzas Armadas, consideradas como la columna vertebral del régimen? Lo que demuestra este estudio es que sí. En efecto, a mediados de los años 60, desde el órgano castrense que intentaba coordinar a los tres ejércitos, el Alto Estado Mayor, se diseña un proyecto basado en la profesionalización y la apertura a la sociedad civil de los militares, para evitar que a la muerte de Franco, el ejército irrumpiera en el proceso político de desconexión con el franquismo.
Lo más sorprenderte, es que el promotor de la operación era uno de los generales más próximos al dictador, considerado el militar azul por excelencia. Pero, el ejecutor del plan es quien nos va a permitir seguirlo desde el principio, el general Manuel Díez-Alegría. Este actuó en una doble vertiente, por un lado sirviendo como ejemplo a sus compañeros de armas, sobre todo los más moderados y por otro lado, como referente para la oposición política que veía en él la posibilidad de que el ejército no interfiriera en el proceso de transición a la muerte del dictador.