Pregúntale a Cupido. Anthony Duke supo que se había metido en un lío en cuanto se dio cuenta de que había hecho el amor con la mujer de sus sueños. Zoe era todo frescura y descaro, y estaba acostumbrada a cometer disparates, pero ninguno como el que había hecho al casarse con el tío moribundo de Anthony. Algo así era un verdadero escándalo para aquella pequeña ciudad texana, así que Zoe decidió marcharse a Nueva York para huir de los recuerdos de aquella noche. Algunos años después, cuando se encontraron en Grecia, Anthony supo enseguida que había sido cosa de su entrometida madre. El caso era que el tiempo no había podido apagar lo que surgía cada vez que estaban juntos y todo empezó de nuevo. Una cuestión de confianza. Cash McRay creía que para llevar a cabo una fusión de éxito se necesitaban dos miembros con los mismos intereses en la vida y pertenecientes a la misma clase social. Así que, harto de estar solo, decidió proponerle el trato a la hija de su socio. Era la esposa ideal y él aprendería a amarla con el tiempo. Pero se le estropearon los planes con la aparición de Vivian Escobar, la ex cuñada de su supuesta prometida. Era la personificación de los deseos de Cash, pero, para ella, él era una auténtica pesadilla...