Gaia Stone, comadrona de dieciséis años, se adentra en los páramos con su hermana casi recién nacida, unas pocas provisiones y un simple rumor a modo de brújula. Aunque sobrevive, es atrapada por las gentes de Sailum, sociedad distópica donde mandan las mujeres, pese a la superioridad numérica de los hombres, y donde besarse es delito. Para ver de nuevo a su hermana, Gaia debe someterse al estricto código social y a las opresivas reglas de la Matrarca Olivia. Entre tanto, dos hermanos compiten por ella mientras intentan comprender la trampa medioambiental que mantiene atrapados a los habitantes de Sailum, por lo que Gaia debe enfrentarse a la emocionante, incómoda e inédita experiencia de sentirse deseada.
Sin embargo, cuando se reencuentra con alguien del pasado, la joven descubre que la supervivencia no basta y que la justicia requiere sacrificio.
Segunda parte de la trilogía Marca de nacimiento que tiene sin duda todas las virtudes del primer título y, curiosamente, se caracteriza por la creación de un mundo bien diferente al del Enclave, a a vez que nos aporta una importante evolución en los protagonistas.