A partir de las alusiones en éste a aquel periodo, Wendy Guerra imagina lo que Anaïs pudo sentir al llegar a la isla, sus dudas sobre la conveniencia de casarse, sus deseos de ser escritora y vivir en París y su determinación de ser una mujer libre, guiada sólo por la cadencia de su deseo.
"Proyecté un apócrifo de sus líneas vacías a partir de un diario casi virgen que reescribo hoy de memoria, con los ojos cerrados y puño firme. Poseída por sus testimonios. Vivimos épocas distintas, pero acabamos encontrándonos en La Habana."
WENDY GUERRA