Baltasar Porcel empezó a colaborar en la Vanguardia en 1966, y en 1982 inició una columna diaria, que mantuvo hasta pocas semanas antes de su muerte el 1 de Julio de 2009. Abordó los temas más variados, de la política a la cultura y de la economía a los apuntes de paisaje, con un estilo ágil, intenso, lírico e inconfundible, que le convirtió en un gran referente del columnismo catalán y español. Trató los grandes temas del momento, de los primeros años de Felipe González