Por último, el cuervo reúne los primeros treinta cuentos escritos por Calvino entre 1945 y 1949, inmediatamente después de la guerra, que él vivió desde la Resistencia. Son historias breves, algunas violentas, otras amargas, otras misteriosas y muchas grotescas. Todas evocan directa o indirectamente esa experiencia bélica aún cercana para él, pero la ternura que imprime a sus personajes más crueles, risibles o patéticos, la magia que se cuela siempre por las narraciones impregnadas de un realismo casi costumbrista, y la transparencia de la escritura, salpicada de sutiles requiebros, nos revelan a un Calvino, ya en sus comienzos, de una deslumbrante y sorprendente madurez literaria, el mismo que hemos encontrado en Los amores difíciles, cuyas afinidades con este libro no escaparán a ninguno de sus muchos e incondicionales lectores.