Disfruto extraordinariamente al experimentar con diferentes cuerpos. Por eso tengo una especial afición por la forma de los traseros y confieso no poder resistirme a ellos.
Ursula (42 años)
Mi marido no soportaba que la iniciativa fuera mía. Por lo tanto, no me quedaba otro remedio que sentarme a esperar que mi deseo sexual fuera satisfecho.
Petra (39 años)
No tenía ningún motivo para separarme de Philipp. Todo iba bien con él. Pero un día al despertar me dije: Esto no puede continuar así eternamente. Quiero tener nuevas experiencias.
Anja
Bernd no me relacionaba con ninguna otra persona de mi vida, con ninguna tarea que yo realizase, con nada más que con su primera impresión, es decir, conmigo misma.
Hiltrud
Vivir de pronto con un solo hombre bajo un mismo techo me pareció una concesión a las normas establecidas. Además él quería tener hijos. Sentía tal pánico que aprovechaba cualquier oportunidad para serle infiel. Pensaba que después debería volverme completamente monógama.
Inna, 29 años
Fue tan hermoso sentirse de nuevo una mujer atractiva y que te cortejen. Me sentía feliz de no estar mental y físicamente presa de sentimientos maternales. La mujer que soy floreció de nuevo en mi.
Carolin
¿Son las mujeres todas unas románticas irredentas, anhelantes de un amor puro para toda la vida, en continua búsqueda de un padre para sus hijos? Falso, la infidelidad femenina es un hecho mucho más frecuente de lo que imaginamos. Y cada vez lo será más porque la mujer ha cambiado; durante siglos su voz fue acallada y sus necesidades ignoradas o desatendidas. Sin embargo hoy, al menos en el mundo occidental, la mujer es cada día más protagonista de su propia vida, y lo es desde que ha decidido experimentar aquello que deseaba. Y entre las numerosas necesidades largamente pospuestas, la de la satisfacción sexual es quizás la que más ha revolucionado su vida. Ahora la mujer se ha decidido a buscar fuera lo que por una razón u otra no encuentra en casa, tal y como históricamente lo han hecho sus maridos. Hoy la mujer también es infiel.
Los testimonios de mujeres infieles que Gisela Runte nos presenta distan mucho de parecerse entre si. Las relaciones que cada una de ellas ha tenido, los motivos que las han llevado a mantener otra relación paralela o a buscar encuentros esporádicos y la decisión de hablar de ello o mantenerlo en secreto, nos ayudará a comprender mejor un fenómeno que en la actualidad está más extendido de lo que se piensa.
Gisela Runte es psicoterapeuta y pedagoga. Además de asesorar a estudiantes en la universidad de Oldenburg trabaja como free lance dando cursos de formación continua para mujeres. Introducción ¿Por qué son infieles las mujeres? Ha pasado, ¿y ahora qué? Con los hombres es distinto BIBLIOGRAFÍA
También a las mujeres les gusta ser infieles
Uno no fue suficiente para mí
Eso no puede haber sido todo
Un flirteo durante las vacaciones
La princesa deseada
El trampolín hacia la ruptura matrimonial
La venganza es dulce
Uno mi confidente, el otro mi amante
La relación espiritual
Antes de que sea algo serio
¿Todavía mujer o sólo madre?
La infidelidad platónica
¿En secreto o abiertamente?
La cuestión del cómo
Antes se coge a un mentiroso que a un cojo
Breve historia de la mentira
La inhibición
La mujer y su apetito sexual
Con los hombres es distinto
Dos en uno
Integración. Cómo asimilan la infidelidad las mujeres
¿Qué significa para mí?
¿Era yo realmente?
¿Qué significa esto para la relación?
La infidelidad es algo muy personal