Hoy más que nunca el perdón y la misericordia deben ocupar un lugar central en el anuncio del Evangelio. Sin embargo, ¿es acaso irrelevante, trasnochado en pleno siglo XXI, o quizás demasiado negativo hablar del pecado y de sus terribles consecuencias? ¿Acaso no son la causa principal de los males de este mundo? ¿Es posible entender la redención o salvación sin referirse a aquella herida en lo más íntimo del hombre que vino a sanar Jesucristo? Consciente de que, como decía Pío XII, el drama de nuestro tiempo es la pérdida de la conciencia de pecado, Carlos Chávez Shelly presenta en Por nuestros malditos pecados valiosas reflexiones de papas, santos y pensadores católicos sobre esa atracción hacia el abismo que tantas veces nos conduce a alejarnos de Dios, romper con nosotros mismos y agraviar al prójimo.