Con una excepcional capacidad de observación, gran conocimiento de la región, y sentido del humor, su diario de viaje está lleno de historias poco habituales: la mujer que le lleva a la cama (y que resulta ser lesbiana), las recomendaciones culinarias de un policía turco durante una manifestación del PKK, sus intentos frustrados por practicar senderismo o el partidario de Hezbolá que jugaba a acusarle de ser un espía de Israel. Junto a ese mundo delirante, asoman historias de gran humanidad, como la de su amiga siria que acaba de salir de la cárcel, o la de su colega kurdo, que trata desesperadamente de huir de Siria, al comienzo de la guerra civil, para evitar ingresar en el ejército.
Por encima de mi cadáver es un brochazo de optimismo sobre los libros que pintan un Oriente Próximo catastrófico y sin solución. En lugar de lecciones de historia y geoestrategia, Mario Cuesta consigue que nos enamoremos de los lugares por los que pasa, y de sus personajes, para que los conflictos que les amenazan dejen de interesarnos y comiencen a importarnos.
Los amantes de los libros de viajes, del humor y de Oriente Próximo, encontrarán aquí un desafío a todos los clichés y un profundo homenaje a la amistad y a la paz, en estos tiempos desesperados.