Para la así llamada "nueva poesía" (la nuestra) sobre todo para los simbolistas, la palabra es un material para escribir poemas, la expresión de sentimientos y pensamientos, un material cuyas naturaleza, resistencia y maneras de trabajarla habían sido ignoradas. Un material sólo inconscientemente entrevisto de cuando en cuando: la alteración gratuita de las voces semejantes se presentaba como una unión interior, un parentesco indivisible; la forma estancada de la palabra era considerada eterna y se intentaba revestir con ella aquello que superaba a la palabra misma. Mas para Jlébnikov, la palabra es una fuerza independiente que organiza el material de los sentimientos y de los pensamientos. De aquí esta profundización en las raíces, en la fuente de la palabra, en el tiempo en que el nombre correspondía a la cosa (...)
La palabra en su sentido actual es una palabra gratuita, acaso necesaria a algún tipo de función social, pero el vocablo preciso debe poder matizar cualquier variante del pensamiento. Jlébnikov creó todo un sistema periódico de la palabra, tomando un nombre con formas poco desarrolladas, ignoradas aún, y comparándolo con otro bien desarrollado, Jlébnikov afirmaba la necesidad y la inminencia de la aparición de nuevas palabras.
Jiébnikov es un maestro de la poesía. Ya he mencionado que no tiene "obras acabadas". Hay que leerlo en aquellos fragmentos que mejor resuelven el problema poético, su extraordinaria maestría irumpe desde cada una de sus obras. No sólo era capaz de escribir al punto unos versos por encargo (su cabeza pensaba todo el día en términos poéticos) sino de dar al poema la forma más excepcional. La labor filológica lo llevó a crear poemas que desarrollaban el tema lírico con una sola palabra...