Fernando Pessoa es encarnación rotunda de esa voluntad de ilusión como condición del existir que asume el instinto literario como biológico, su animalidad fantástica, que se sabe pensamiento trágico, que conjuga el pensar y el poetizar, que rompe las fronteras tradicionales entre Filosofía y Poesía, que se redime en la apariencia, en la mentira literaria, que acepta alegremente la tragedia de tener que fingir para decir la verdad y conquistar lo imposible y que está enraizada en las intuiciones esenciales del pensar trágico nietzscheano.
El estudio de Pérez López es una invitación a volver a leer y a descubrir a Pessoa, y ésta, creo, es la mayor finalidad de un trabajo crítico; a él, estoy seguro, se van a deber nuevas y futuras lecturas de Pessoa en el mundo hispánico y portugués. El suyo es un trabajo ambicioso, que revela una gran devoción por los temas que estudia y abre nuevos caminos. [.] En su estudio, Pérez López ha logrado, como nadie, mostrar las afinidades electivas entre Nietzsche y Pessoa. (Jerónimo Pizarro).