Argumento de Poemas (selección 1979-2002)
Ya han pasado unas cuantas décadas desde que Francisco mostrara, entre las personas más allegadas, el primer poema que escribió en su vida.
Curiosamente, ese pequeño impulso creativo que le brotó en plena adolescencia, estuvo más relacionado con la publicación de ciertas canciones del Rock anglosajón que venían traducidas en las carpetas de algunos discos, que con la propia literatura en si misma, donde sobran las obras y los autores editados que pueden marcar el inicio de cualquier escritor novel.
Podría decirse que, en sus comienzos, primero fue la música, luego la palabra, y por último el papel manuscrito. Por eso, por extraño que parezca, el tema catalizador de las primeras lecturas, vendría después.
La obra de mi hermano Francisco es la obra del aprendiz autodidacta. La del autor sumamente emocional e intuitivo. La del explorador que aprende a integrar las claves y aportaciones de otros autores, y, sin pretenderlo, se convierte en otro extraño mensajero cómplice de las mismas sensaciones que otros ya han vivido, descubriendo un lenguaje propio y personal.
El cree y siente firmemente cada poema que elabora con la paciencia que poseen los buenos artesanos. El modela las palabras, las transforma en imágenes sugerentes que bailan al son de un ritmo colectivo y ecocultural -tan propio de estas tierras volcánicas e insulares-. Es como si, en mi hermano, se diera una clase de alfarero visionario que, implicándose en cuerpo y alma, fuera amasando su materia literaria entre el barro de la cantera más próxima y profunda, exprimiendo paisajes enteros con la carne de su propia carne. Casi tatuándose la piel con: sirocos saharianos, azufre de erupciones recientes, soldados desarmados, grabados de petroglifos indescifrables, velorios de angelitos, escenas urbanas criollas, danzas rituales de pámpanos rotos, guitarras eléctricas aullando gallos encerrados en piedras, brujas voladoras, piratas esclavistas, santigua-doras para el mal de ojo, hambrunas, persecuciones genocidas, conjuros en lo hondo de lo más hondo del barranco, Blues, tambores y más tambores tratando de recrear imágenes procedentes de la memoria oral más autóctona y olvidada...1