Anselmo se enrola en una decadente troupe de variedades, metáfora de una España desnortada, y termina viviendo con su padre, un anciano con quien comparte la dolorosa sensación de pérdida. El trasfondo histórico, reflejado magistralmente por la autora, nos descubre un submundo al margen de la historia oficial, y el difícil aprendizaje de un hombre homosexual en una época oscura.