En el norte de África, hacia el año 200, dos mujeres que son testimonio luminoso de la fe. Y la historia empieza así: \"A principios del año 203, probablemente el 7 de marzo, murieron, en la ciudad de Cartago, la gran capital del imperio romano en el norte de África -en la actual Túnez-, dos mujeres, Perpetua y Felicidad, y cuatro hombres, Revocato, Saturnino, Secúndulo y Sáturo. Las dos mujeres y los tres primeros hombres eran catecúmenos, es decir, que se preparaban para el bautismo, y el último, Sáturo, era su catequista, que seguramente es quien los bautizó a los cinco en la cárcel. Secúndulo murió antes de ser llevado al anfiteatro, mientras que los otros cinco fueron sometidos a los ataques de las fieras y rematados con la espada.\"