Pepe Carretero presenta una serie de obras que se abren a la expresión de un mundo
personal y único, en el que confluyen las formas realistas tradicionales dentro de una
figuración europea, que siempre nos sorprende por su peculiaridad. Lo mismo se mueve
dentro de lo onírico como de lo autobiográfico, rescatando de su memoria momentos que
se recuerdan como mágicos, telúricos, acogedores y a la misma vez cerrados, inquietantes
así como conmovedores.
Las obras que se presentan por primera vez en esta galería varían entre escenas
cotidianas muy vividas o bodegones o paisajes realizados en distintos lugares donde ha
vivido gracias a distintas becas (Mojácar, L´Escala, Filipinas...) .Tienen en común sus obras
un sabor irreal, como si lo narrado se nos mostrara desde la distancia pintado con una
amplia gama de colores pastel, a menudo incluso con la apariencia de sueño, de fantasía,
o de deseo. Imágenes que nos inquietan, esconden actitudes y comportamientos que han
sido definidos por la critica Pilar Bayona como «un jeroglífico irresoluto».