El libro se articula al hilo de la trayectoria vital del autor: la trágica experiencia concentracionaria, la constante meditación sobre los clásicos de la política contemporánea y una esclarecedora reflexión sobre el papel de escritores, filósofos y artistas frente a las desigualdades y la injusticia social. Texto rico en matices y perspectivas, en él una semblanza de Roa Bastos o Vargas Llosa puede seguir a un denso retrato del ambiente social en la Europa de los treinta, o una cita de Husserl o Heidegger puede dar pie a una brillante digresión sobre nuestro presente. El cambio de milenio que vivimos hace más necesaria que nunca la presencia de libros que, como éste, reivindican sin ambages la memoria y el compromiso intelectual.