El libro está organizado como un conjunto de ensayos. Supone
una aportación muy valiosa tanto a la reflexión sociológica (con
interpretaciones iconoclastas de conceptos como cultura, lucha
social o anomia), como a la historia de los nacionalismos, que
para Greenfeld no son la consecuencia de la modernidad, sino
su fundamento (contradiciendo así las interpretaciones
teleológicas, liberales y marxistas sobre la cuestión).
Más allá del valor intrínseco de cada ensayo, la obra es una
invitación a pensar libremente, una reivindicación de la crítica
intelectual como estímulo inagotable.