PRIMERA PARTE
I. El Mundo, periodismo de dinamita
I. Inspirador intelectual del terrorismo de Estado
III. Periodista y cerebro de la trama
IV. Love, la úlcera y el amor
V. El chico que viajaba en el estribo del tren
VI. Diario 16 busca a un killer
VII. PSOE: del amor, el desamor y la ira
VIII. Periodismo al estilo Luis Candelas
IX. El hombre que quiso negociar con ETA
X. La Cacatúa y el Cebollo
XI. Diario 16: Caín contra Abel
XII. El Mundo, el ensayo del sindicato del crimen
XIII. Conde-De la Rosa: al servicio de dos delincuentes
XIV. Unos socios nada presentables
XV. Negocio de pocos, agravio de muchos
SEGUNDA PARTE
XVI. Ibercorp: la venganza
XVII. Un periodista sin alma
XVIII. Las trapisondas del hombre que sabía demasiado
XIX. Los evangelios según Mario Conde
XX. El multimedia que nunca fue
XXI. Onda Cero, me la quedo
XXII. El triple calvario de Los Albertos
XXIII. El fraude del lino y el de El Mundo
XXIV. Yellow journalism
XXV. El día en que el GAL lo mató dulcemente
XXVI. Un trasero, cuestión de Estado
XXVII. El tren de medianoche
XXVIII. El piscinero de La Veleta
XXIX. Mallorca: la guerra de Papa Doc Ramírez
TERCERA PARTE
XXX. A los enemigos, bala de plata
XXXI. Zapatero, mon amour
XXXII. 11-M: la conspiración de Pedro J.
XXXIII. 11-M: cherchez la femme
XXXIV. . y Rajoy cogió su fusil
XXXV. La fortuna de la chica del hulahop
XXXVI. De robapáginas a marqués consorte
XXXVII. El hombre que odiaba el dinero
XXXVIII. El cesarismo mediático
Epílogo. Libertad, cuántos crímenes en tu nombre