Es muy fácil caminar por dentro de las historias de este libro, sentirnos inmersos en cada una de sus propuestas, porque la poesía que las impregna es, además de hermosa, profunda y trascendente, comprometida con el ser humano. La mirada de su autora es compasiva y solidaria, pero, a la vez, certera y firme, segura de hacia dónde se dirige y nos dirige. Aunque su sensibilidad y sutileza son tales que, al acabar de leer Patchwork, nos preguntamos cómo es posible que nos haya calado tanto, que nos haya llegado tan adentro un libro que, a primera vista, parecía sólo hecho de trocitos. Patchwork es una mirada que hace ver a las personas y a las cosas de un modo tan penetrante como cargado de empatía, que siempre nos descubre matices inesperados. Una obra cuya lectura me ha hecho recordar un título del poeta Blas de Otero: "Ángel fieramente humano". Luisa Grajalva