Cuando la joven Sarah OBrien deja el convento neoyorquino donde estaba de novicia y pone rumbo a La Habana, lo único que espera es que el destino le sonría al fin y reanime su vida de huérfana. En Cuba deberá cuidar a la esposa enferma del dueño de una plantación de caña de azúcar, pero los parajes tropicales le concederán algunos deseos que jamás ha pedido.
Al llegar, su nuevo patrón, Alejandro, le comunica que su esposa acaba de morir, pero se ofrece a acogerla hasta que encuentre un nuevo empleo. Entre ambos se destapa una atracción salvaje, solamente comparable al rechazo que provocan en Sarah los oscuros misterios que rodean al galán. Al parecer, sobre Alejandro pesa una maldición en la que influyen, por una parte, los rituales mágicos de los yoruba que trabajan para él; por otra parte, está su turbio pasado, regado en alcohol, juego, mujeres y sangre.
Gabriela Alexander nació en Estados Unidos, aunque lleva años viviendo con su familia en España. Desde niña siente una gran pasión por la lectura que la ha empujado a asomarse al otro lado del espejo: el de la escritura. Pasión Indiana es su primera novela romántica.
Tan dulce como el azúcar, tan oscuro como la magia.