Se cierra con este volumen uno de los documentos memorialísticos más completos y representativos del siglo xx, que Ernst Jünger inició con su Diario de la primera guerra mundial, prosiguió con los diarios que dedicó a su vida como oficial de la Wehrmacht en el París ocupado de los años cuarenta y culminó con la serie de Pasados los setenta, que ahora llega a su fin. Jünger, que en su juventud llevó una existencia azarosa y en su madurez cultivó un saber fáustico y universal, se acerca en estas páginas al tramo final de su vida como un viejo guerrero convencido de que «la esperanza llega siempre más lejos que el temor». En esta entrega, que finaliza en 1996, dos años antes de su fallecimiento, Jünger nos regala nuevos comentarios sobre sus autores más queridos ?compañeros fieles como Nietzsche o Schopenhauer? así como sobre su vida de lector apasionado; reflexiona acerca de su vida en los frentes bélicos y se obsesiona con el ambivalente influjo de la técnica en nuestro tiempo; finalmente, como un nuevo Linneo en su jardín, describe maravillosamente los efectos de las estaciones en la naturaleza que le rodea en su refugio de Wilflingen.