Cuatro mujeres coinciden en la UCI pediátrica de un hospital. Cada una de ellas carga en su mochila las alegrías, decepciones, silencios y secretos que forman el lienzo de la vida. Tres de ellas se conocen de otras estancias en el hospital, tienen a su cargo a niños que padecen enfermedades crónicas que les obligan a continuos ingresos hospitalarios, son mamás de la UCI. La cuarta, Carmen, aparece una madrugada en Urgencias. Su hija se encuentra muy grave después de que la haya atropellado un coche cuyo conductor se ha dado a la fuga. El duro golpe pondrá a prueba su matrimonio y sus creencias, le hará descubrir que el amor puede ser soledad, que los silencios dañan y duelen, y que los sentimientos sin expresar, desgarran. En el paréntesis que abre en sus vidas una prolongada estancia hospitalaria, las cuatro mujeres tejerán hilos invisibles de solidaridad: reirán, llorarán, reñirán, vivirán, compartirán el peso de sus soledades. Y juntas afrontarán la decisión más difícil de Carmen. Porque, cuando cruzas por primera vez la puerta del hospital, siempre dejas atrás parte de la felicidad que traes.
"Me siento como una malabarista fracasada: he puesto los platos a girar encima de los palos y durante mucho tiempo he corrido de uno a otro para darles impulso y evitar que cayeran al suelo. Pero tuve un momento de flaqueza, dejé caer uno, y fue el desastre: tras él cayeron los demás, ya no fui capaz de llegar a tiempo a girarlos, se rompieron todos los platos de mi vida y ahora solo piso restos de vajilla al andar, no sé si me entiendes, cómo vas a hacerlo, si no me entiendo ni yo...".
En la línea de las novelas de John Green, Jojo Moyes o Albert Espinosa llega esta increíble novela de sacrificio, coraje y amor.
"Bienvenido a mi morada. Entre libremente, por su propia voluntad, y deje parte de la felicidad que trae". Drácula, Bran Stocker