El auge de las reversiones y parodias de los cuentos clásicos infantiles continúa siendo un campo fértil para la producción de nuevas obras destinadas a grandes y chicos. Para cuidarte mejor, frase que titula el libro, recupera el diálogo del lobo y caperucita en el cuento que todos conocemos, pero con un giro que despierta la curiosidad: ¿cuidarte?. El color rojo cubre las tapas y predomina en todas las ilustraciones, como señal de alarma o anuncio de un peligro acechante: el peligro, no de que aparezca el lobo feroz, sino el que subyace en cada actividad que hace Caperucita, desde la perspectiva sobreprotectora de su mamá. Así, en cada diálogo de madre e hija, hay una advertencia: Cuidado con el tecito, no te quemes, no te destapes que te vas a resfriar, no juegues así con el gato que te puede rasguñar. Y ante la insistencia de Caperucita que pide una y otra vez ir a visitar a su abuelita, la madre, por supuesto, siempre responde con una negativa. Mientras la mujer, cuyo rostro siempre está oculto, ve en sueños a un enorme lobo feroz que amenaza a su pequeña, ésta sueña con un lobo inofensivo y amigable, que juega a la ronda con ella y su gato. Las ilustraciones muestran los distintos ambientes del interior de la casa de Caperucita y contienen algunas pistas acerca de la relación madre-hija: el cuadro de Klimt La maternidad y un juego de tres muñecas rusas que vuelan por los aires cuando Caperucita se rebela frente a su mamá. El humor está presente en todo el relato y, por supuesto, en el final que cierra esta divertida versión del cuento clásico.