Estos últimos años han estado marcados por la corrección política antiliberal. El resultado de ello ha sido reforzar la idea de que nuestros males son culpa de la libertad y que debemos ser cada vez menos libres. Y siempre hay políticos dispuestos a que lo seamos. Carlos Rodríguez Braun refuta este pensamiento único en Panfletos liberales III: «la crisis no ha sido producida por la libertad sino por el intervencionismo. No es verdad que hayamos disfrutado de una libertad excesiva: al contrario, mientras los gobernantes se ufanan en proteger nuestros derechos, tenemos cada vez más obligaciones». En unas doscientas reflexiones breves, y con el ingenio y la ironía que caracterizan al autor, se denuncia el bulo según el cual nos arrasa una ola privatizadora neoliberal que pretende desmantelar el Estado del bienestar. El liberalismo no tiene colores partidarios y este libro molestará a los políticos de izquierdas tanto como a los de derechas. Por aludir a una de las obsesiones de Rodríguez Braun, hemos comprobado que la izquierda sube los impuestos, pero la derecha? también.