Palos de ciego es la primera obra larga de El Irra, que, con una propuesta que combina crítica social y acción con una narrativa visual única, cuenta una historia bien intensa que prende en un entorno que conoce de primera mano. Según el dibujante David Rubín, El Irra "bebe de lo autóctono, de las raíces, sin vergüenza alguna ni prejuicios, de esa Sevilla que no sale en las postales, a la sombra de la Giralda y los flashes", para dar lugar a un relato que es la "unión imposible entre Lorca y San Juan de la Cruz, entre Manolo Caracol y Marc Almond, entre Buñuel y Verhoeven, entre la línea chunga de El Víbora y Frank Miller", asegura el creador gallego.