Paisajes de vida, de amor y de muerte puede ser un manual de meditación, el más excelso de los cancioneros al carpe díem universal o, simplemente, un motivo para la celebración del más alto y milagroso de los hallazgos humanos: la palabra. Ese sonido que, templado por nuestros más grandes poetas, nos dota de una dimensión espiritual, semejante a la de los dioses y mitos que tan emparentados están con los poetas. Se trata de un libro de múltiples lecturas. Por un lado puede abordar la idea de la muerte y trascendencia humana de la mano de los escritores que con más emoción se han enfrentado a ella. Unas páginas en las que palpitan las sensaciones más doloridas, a veces y hermosas, siempre. Por otro lado, y debido a que la muerte y el amor, como diferentes caras de la misma moneda, conforman los textos más memorables de la literatura, este ensayo puede ser leído como una selección de los textos más intensos y emocionantes de nuestra literatura. Quien no haya perdido el hábito de meditar o quiera introducirse en esta íntima y fortalecedora práctica tiene en sus manos el libro ideal: cargado de ricas intuiciones y metáforas sobre el origen y el destino del género humano.