Argumento de Padrenuestro, El. (st) Reflexionado y Meditado
La oración del Padrenuestro sólo se comprende rezándola. Entonces, el Espíritu del Señor, que suscita en nosotros toda oración, hace surgir en el silencio (porque toda verdadera oración es silencio) la presencia del Señor con toda su gracia. Y Jacques Lancelot nos lo hace ver de manera magnífica. Para recibir verdaderamente estas páginas conviene cerrar los ojos a todo lo que no sea en ti presencia amorosa y creadora del Padre. Saboréalas, retómalas una y otra vez. Entonces el Espíritu te enseñará, y tú no olvidarás jamás que Dios no es sino el Padre y Madre de toda creación. Nunca más sentirás la tentación de darle otro título que no sea éste, como un niño cuya confianza es proporcional a su fragilidad, de la que es consciente, pero que no le da miedo: tu nombre está inscrito en la palma de la mano de tu Padre. JACQUES LANCELOT, sacerdote de la diócesis de Bayeux y Lisieux, miembro de «El Prado», es párroco en la periferia de Caen, en Colombelles, en la parroquia de Marcel Callo, miembro de la JOC muerto en la deportación. Lancelot ha sido secretario del Comité Episcopal Francia América Latina (CEFAL), después de haber pasado seis años en Chile (de donde fue expulsado, junto con otros dos sacerdotes, en tiempos del general Pinochet) y siete años en los barrios marginales de México.0