La espera ha merecido la pena. Las 180 páginas de Paciencia contienen la historia más compleja y emocionante de Daniel Clowes hasta la fecha y algunas de sus páginas más espectacularmente dibujadas. Paciencia es un destilado de todos los elementos quintaesencialmente propios del autor, aquellos que lo han convertido en una de las figuras esenciales del cómic contemporáneo y uno de los responsables de que la escena independiente haya cobrado la importancia que tiene hoy en día. Al tiempo, es una obra netamente distinta de cualquiera de sus anteriores trabajos, un viaje a través del tiempo y el espacio frenético y reflexivo, brutalmente violento y profundamente emotivo. O, en otras palabras, es una mezcla imposible de géneros de serie B que se amalgaman para dar lugar a lo que ya podemos llamar el género Clowes.
Paciencia combina la magistral revisión de los orígenes y consecuencias de la angustia adolescente y los ritos de paso de Ghost World con la complejidad argumental y literaria de David Boring, retrata con escalofriante precisión el alma de sus torturados personajes pero logra trascender hasta alcanzar ecos de resonancia universal. Como de costumbre, Clowes incide en los pequeños detalles de las personalidades individuales especialmente los que tienen que ver con los comportamientos más irritantes y los instintos más bajos e intenta encontrar respuesta a las grandes preguntas. Si en casi todos sus anteriores libros el dibujante llegaba a conclusiones poco optimistas, en Paciencia abre la puerta a la esperanza. Puede que, al final, la existencia tenga algún sentido.