Otros colores es una especie de cajón desastre donde Orhan Pamuk guarda sus pertenencias más íntimas. Cosas insignificantes, manías personales, pero también reflexiones universales, fragmentos de su diario, fotografías y dibujos. Algunas de sus espléndidas páginas de crítica hablan de Dostoyevsky, Rusdhie o Highsmith; otras, de los problemas con su hija o de cómo renovarse el pasaporte. Todo un mundo rico y cambiante, como su amada ciudad de Estambul.