Como señala Julio Ortega: La poesía de Claribel Alegría es el monólogo interior de nuestro tiempo. Llevamos dentro la distintiva entonación del español que ella tramó desde su primer libro hasta el último como si prosiguiera un solo poema, en unas cuantas palabras permutadas. Frescas de alba, estoicas del día, resonantes de noche, sus poemas discurren citados a sostener el todo del lenguaje, el mundo en un verso. Gracias al fuego sin sombra de su voz, seguimos siendo fieles.