Tras largas horas de conversaciones íntimas, tras días de compartir su angustia y su vía crucis personal por la terrible enfermedad de Rocío, el autor de "Traje de luces, traje de cruces" nos desvela los secretos y los sentimientos de un hombre que lleva consigo su condición de torero incluso cuando abandona el ruedo.
Una historia «escrita a golpe de sangre y de memoria. El retrato en profundidad de un gladiador vestido de oro con el que no pudieron ni veinticinco cornadas ni la más dura y feroz del cáncer que mató a su mujer».