Ruina Stereo sospecha que sus tutores le están envenenando. Ya no es uno más. Ya no se siente parte de la mente colmena que conforman él y el resto de hermafroditas que sirven de operarios a la Fábrica de Lodo.
Este súbito despertar de la conciencia, unido a su descubrimiento del amor, le hará ascender en la empresa, entrever cómo funciona su mundo y quiénes lo hacen posible, pero también le mostrará que el individualismo lleva pareja una cantidad de dolor casi imposible de soportar, que la venganza, la traición y la revolución pueden dibujarse a más de una escala a la vez.