Lo que verdaderamente deseo alcanzar, aquello que me quema y atormenta conseguir, es ver a Dios cara a cara. Por eso vivo, me muevo y existo. (Juan Pablo II) La presente obra está dedicada a Juan Pablo II en su faceta quizá menos conocida: como místico, que extrajo de la contemplación la fuerza, la confianza y la esperanza necesarias para llevar a cabo la enorme labor apostólica de su pontificado, conocida como la nueva evangelización, fundamentada en sus famosas palabras: ¡No tengáis miedo! ¡Abrid las puertas a Cristo! Fue un hombre de acción, que deseaba reconducir el mundo hacia Cristo; fue un Papa mediático, que desarrolló gran parte de su ministerio bajo los focos de los medios de comunicación; fue un Papa misionero, que recorrió el mundo esparciendo las semillas del Evangelio; fue un Papa peregrino, portavoz de los oprimidos, defensor implacable de los derechos humanos; fue un nuevo Moisés, que condujo la Iglesia hacia el tercer milenio? pero, sobre todo, fue un hombre de oración que pasó muchos ratos postrado ante el Sagrario, en adoración silenciosa. Laureano Benítez Grande-Caballero, es licenciado en Filosofía y Letras. Ha publicado 21 obras, entre las que destacan: Orar con el Padre Pío, Orar con la vida de los santos, Orar con la palabra de los santos, Orar con las oraciones de los santos, y Cuentos cristianos. José Antonio Benítez Grande-Caballero es profesor. Junto con su hermano, ha publicado El sendero de la felicidad, y Semillas de luz.