Un aporte invaluable e imperecedero que sin duda servirá de inspiración tanto para las actuales como para las futuras generaciones, animándolas a mantener el arte lírico más vivo que nunca.
Un relato fascinante que recorre, desde los primeros intentos de Isidora
Zegers y la Sociedad Filarmónica en la década de 1820, los 186 años de
la historia de la ópera en el país, revelando entretenidas anécdotas y
derribando algunos mitos como el de que todo tiempo pasado fue mejor.
Escrito con sencillez, tanto para un público especializado como para el
curioso lector, el autor emprende la difícil labor de narrar el
desarrollo del arte lírico en Chile, y pone fin a la carencia de obras
sobre esta temática, al ofrecer el más completo y actualizado registro
que hasta ahora se conozca.