La poesía no gusta a muchos, pero siempre ha estado ahí y supongo que estará. Así que, aunque haya sido a escondidas alguna vez habrás leído algún poema. Este libro no es más que unas cuantas hojas de papel atadas en un manojo, igual que mi abuelo ataba la alfalfa. Está lleno de esperanza, de amor, alegría, triste za, aceptación y rabia. Cada uno lo puede interpretar de una manera, como cuando miras un cuadro. Intenta despertar los sentidos, los sonoros con las onomatopeyas, visuales y olfativos. Sacudir mentes como las hojas de un árbol en un día de tormenta. Cógelo, hazlo tuyo y disfrútalo por un rato.