Inesperados. Así son los regalos dignos de este nombre. E inesperado es el inicio de esta historia: pocos días antes de Navidad, la protagonista, una joven tímida, soñadora y romántica, es despedida. Con la única compañía de una enorme caja donde ha guardado sus cosas, pasea perdida por la ciudad hasta que encuentra refugio en un bar. Sentada a una mesa, observa a los variopintos clientes que entran y salen, entabla surrealistas conversaciones con un camarero y se sumerge en su pasatiempo preferido: escribir listas Todo ello bajo el manto protector de su abuela, que le hizo el regalo más especial: una vieja Polaroid con la que Olivia retrata los momentos más hermosos de su vida.
En la misma ciudad y a la misma hora aparece Diego, un joven abogado para el que también es un día especial; un día que quizá ofrezca un poco de paz a un dolor que ha marcado su infancia.
Si es verdad que el destino sigue reglas invisibles y es un poco caprichoso, tal vez, pero solo tal vez, justo en este momento los destinos de ambos se estén poniendo de acuerdo para encontrarse y reconfortarse