Escuchad... ...la historia de la belleza y del placer encerrados en una vieja tetera! ¡Escuchad el relato sobre el miserable consumidor de hachís hindú que secuestró a un demonio enamorado en su noche de bodas! ¡Escuchad la historia de las ostentosas nalgas del joven que formaba parte del harén del gran visir! ¡Eran tan redondas y respingonas como dos lunas llenas! ¡Y escuchad sobre todo la historia del alma temerosa de Dios que hizo cubrir a todas las mujeres con un velo! ¡A partir de entonces, fue como si llevaran bolsas de basura en la cabeza y así acabaron las danzas del vientre y los tintineos! ¡Abrid pues las orejas.