Para explorar este territorio tentador, Cousineau intercala la mitología, la religión y la historia del deporte, citando desde Homero a Whitman, desde Jim Thorpe hasta Babe Didrikson, y desde Yeats hasta Yogi Berra. Su llamamiento para reavivar el antiguo ideal griego de la integración del cuerpo, la mente y el espíritu nos recuerda que los Juegos proporcionan metáforas maravillosas sobre cómo emprender cualquier empresa: con pasión y compasión, concentración y justicia, y con un sentimiento hacia el juego sagrado del corazón de la vida.