El Languedoc-Rosellón ofrece al viajero hermosos paisajes llenos de contrastes entre los contrafuertes de los Pirineos y la meseta de la Camarga. Mientras, la región del Midi-Pyrénées reúne el encanto de sus magníficas ciudades y poblaciones medievales (Carcasona, Albi, Cordes-sur-Ciel), testigos silenciosos de las luchas entre cátaros y católicos, y la modernidad más futurista de las industrias dedicadas al mundo de la aeronáutica. Todo apoyado en una excelente gastronomía y excelentes vinos.