Ahora por primera vez, se publica reunida la Obra Taurina de José Bergamín. En ella encontrará el lector casi todos los nombres que fueron de su predilección, y sobre todo su manera personal de entender el toreo, lejos siempre de la lección pero dentro de su milagrosa visión. Muy lejos de la crítica, de la sabiduría pedagógica y muchas veces fácil del estudioso taurino, lo que encontrará el lector es el arte creador de escribir pensando: geométrica filosofía profunda del sentir en el arte de torear. Se sentirá siempre en este libro el juego mortal en el propio riesgo, ese que mantuvo el autor en su vida y hasta su muerte. Nunca ese riesgo donde aparece siempre la esperanza puede ser un riesgo razonado. Por eso escuchó tanto Bergamín durante toda su vida la música callada del silencio torero.