La búsqueda abarca dos mil años de historia: una indagación que comienza entra las cenizas de Herculano y la biblioteca perdida de Alejandría, pero a la que no son ajenos un programa secreto del gobierno norteamericano y una ancestral sociedad secreta denominada los guardianes.
Hay ocasiones en que atravesar el umbral de unas antiguas ruinas, protegidas por trampas mortales y olvidadas profecías, puede ser un desafío menos terrible que enfrentarse a la verdad sobre uno mismo.